Como una piedra: duro y tranquilo.
Así es el calmado y familiar Zeppo. Habla lo justo, está atento y actua con moderación y firmeza. Todos confian en él. Sabe arreglar un motor o escoger el mejor camino en un lugar desconocido.
Si la vida no le hubiera conducido a ser un mafioso, Zeppo seria un campesino decimonónico, sencillo y honrado. Tanto da que maneje una azada o un fusil. La obediencia fiel a su jefe, su aceptación de la jerarquia establecida, le es tan natural y indiscutible como que el sol recorra el cielo cada dia.
Zeppo es buen esposo, tierno con sus hijas y siente admiración y respeto por Rose, adoptando con ella un cierto rol paternal. También asume una pesada deuda del pasado con ella, pues no pudo proteger a la hija del que fué su primer patrón de un suceso que marcó la vida de Rose mucho más de lo que Zeppo puede imaginar.
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